En el siglo ____, los piratas robaban y violaban y entraban a tu casa y te quedabas sin queso y sin perlas, sin hija virgen y sin vino. Y luego, ya en su barco, inspiraban a pleno pulmón la brisa del amanecer con el estómago lleno y el pene satisfecho. Y se sentían libres. Capaces de todo, como dioses del barro y la mugre. Pero dioses al fin y al cabo.
Los hackers también inspiran satisfechos, expertos en pillaje informático y la rapiña virtual, cuando consiguen su botín. Porque siempre tiene que haber alguien que rompa las cosas para que todo mejore. Motivación para tapar agujeros, descuidos e incompetencia.
Que al fin y al cabo, siempre está bien tener a alguien que remarque lo mal que hacemos las cosas.
Luego, les contrataremos.
No nos engañemos. A todo el mundo le gusta el ron, las canciones a grito limpio, las chicas fáciles y los barcos grandes.
"Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación."
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